Pasta integral con pollo y champiñones

¿Puede ser un plato de pasta saludable y sabroso al mismo tiempo? Claro que sí, siempre que elijamos buenos ingredientes, como ocurre en esta pasta integral con pollo y champiñones. Prepárala y disfruta de un plato rico, gustoso y equilibrado.

Una receta de pasta saludable

La pasta es un ingrediente que combina con infinidad de alimentos. Podemos preparar desde platos sofisticados a sencillas ensaladas, pasando por recetas más de andar por casa. En esta ocasión vamos a disfrutarlo en una versión ligera y saludable en la que los vegetales y la pechuga de pollo son los protagonistas.

¿Por qué podemos decir que esta receta de pasta con pollo y champiñones es saludable? Para empezar, porque está hecha con pasta integral, la cual es más saciante, tiene más nutrientes y su índice glucémico es menor. Los beneficios de la pasta integral se deben a su mayor contenido en fibra.

Por otro lado, la pasta va acompañada de una buena cantidad de vegetales: champiñones, zanahoria y cebolla. Como proteína he elegido pechuga de pollo, una carne blanca que contiene muy poca grasa. Finalmente, de nada valdría que usáramos ingredientes saludables para elaborar la receta si luego la bañamos en una salsa calórica. Este no es el caso, pues aquí la encargada de aportar jugosidad y color es una sencilla salsa de tomate.

¿Y qué pasta integral usar en esta receta? Yo he elegido unos fusilli, esos que tienen forma de espiral. La salsa se introduce entre los huecos y queda muy apetecible. También puedes usar penne, macarrones… Incluso unos espaguetis. Lo importante no es el tipo de pasta, sino que sea integral.

Si te gustan este tipo de recetas de pasta ligeras, te animo a probar esta pasta con salsa de aguacate o mi deliciosa receta de pasta integral con espinacas. Dicho todo esto, vamos a ver cómo se hace el plato de pasta que hoy nos ocupa.

Cómo hacer pasta pollo y champiñones paso a paso

1. Comenzamos la receta preparando los vegetales. Pela la cebolla y pártela finamente, en cubitos pequeños. Pela el diente de ajo y córtalo de la misma manera. Lava, pela y parte las zanahorias también en cubos pequeños. De esta manera los ingredientes se cocinarán antes y los sabores se entremezclarán mejor. En cuanto a los champiñones, límpialos con un trapo húmedo y córtalos en trozos algo más grandes. Aquí interesa que se noten un poco más.
2. En una cazuela amplia, vierte un buen chorro de aceite. Cuando esté caliente, incorpora la cebolla, la zanahoria y el diente de ajo. Añade también un poco de sal. Pocha estos ingredientes a fuego medio durante unos 10-15 minutos, hasta que la cebolla comience a estar blanda y transparente.
3. Corta el pollo en trozos de bocado, más o menos. Incorpóralo a la sartén y dale unas vueltecitas para que se dore por fuera.
4. Agrega los champiñones y sigue cocinando todo durante unos 10 minutos más. Verás que al principio sueltan agua, pero esta se evaporará.
5. Echa el tomate triturado, las hojas de albahaca y un poquito de pimenta negra. Tapa la cazuela y deja que todo se cocine durante unos 30 minutos a fuego suave.
6. Aprovecha este rato para cocer la pasta. Para ello pon a hervir agua en una cazuela grande. Cuando rompa el hervor, añade un buen pellizco de sal y la pasta. No añadas aceite. Para evitar que las pastas se peguen entre sí, remueve de vez en cuando. Cuece la pasta al dente según el tiempo que indique el paquete. Mis fusilli tardaron 9 minutos en estar listos.
7. Cuando la pasta esté lista, sácala con una espumadera y añádela a la cazuela donde estabas realizando la salsa. Saltea un par de minutos la pasta con la salsa para que los sabores y las texturas se integren. Añade un poco del agua de cocción para ayudar a ligar la salsa.
8. Finalmente, sirve tu pasta integral con champiñones y pollo recién hecha. Puedes añadir algunas hojas más de albahaca fresca para dar sabor y color.

Consejos para hacer esta receta de pasta integral con pollo y champiñones

Si no tienes alguno de los ingredientes de la receta, no pasa nada, sustitúyelo por uno similar. Por ejemplo, en lugar de pollo puedes usar pavo, como hice yo en esta pasta con pavo y champiñones, una receta fácil y también muy rica.

Acuérdate de no cocer en exceso la pasta. Una pasta demasiado cocida no solo es menos agradable en boca, sino que también es menos sana, pues el índice glucémico de la misma aumenta cuanto más cocida está.

Los platos de pasta se deben consumir en el momento, que es cuando más ricos están. Con el paso de las horas pierden en textura. La pasta no debe congelarse.

Si no tienes tomate triturado enlata puedes usar tomates naturales. Evita, por otro lado, las salsas de tomate industriales, pues esas suelen llevar de azúcar añadido y sal.