Fácil de hacer, ligeramente cremosa y con mucho sabor. ¿Quieres disfrutar de un sencillo, pero rico plato de pasta integral? Entonces no te puedes perder esta receta.
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Receta de pasta integral con espinacas
Hoy te traigo una receta de pasta integral con espinacas, un toque de queso y nueces. Una combinación perfecta de sabores y texturas que hará las delicias de quien quiera disfrutar de un plato de pasta sabroso a la par que saludable.
Como vas adelante verás, para darle un toque de cremosidad al plato vamos a usar un poco de queso crema y parmesano. A estos ingredientes les vamos a añadir agua de cocer la propia pasta para formar la salsa. El resultado es una pasta ligeramente cremosa y muy apetecible.
En alguna ocasión ya te he hablado de los beneficios de la pasta integral, por lo que te aconsejo su uso. Como te podrás imaginar, una de las ventajas de utilizar pasta integral en lugar de su versión refinada es que estamos aportando una cantidad interesante de fibra a nuestra dieta. Esta se suma a la que contienen las espinacas y las nueces.
Yo he utilizado unos macarrones integrales, un tipo de pasta corta que va muy bien para combinar con este acompañamiento de espinacas y queso. Evidentemente, puedes hacer la receta con el tipo de pasta que prefieras, ya sea integral o refinada.
Además de estar muy rica, esta receta de pasta es bien fácil de preparar. En solo unos minutos podrás tener lista una comida deliciosa y ligera. En definitiva, si estás buscando una receta de pasta diferente, no dudes en probar esta pasta integral con espinacas, queso y nueces. Una combinación perfecta que te sorprenderá gratamente. ¡Vamos a cocinar!
Ingredientes para preparar pasta integral con espinacas
- 160 g de pasta integral
- 300 g de espinacas
- 100 g de queso crema
- 50 g de queso parmesano (más otro poco para emplatar)
- 60 g de nueces peladas
- 1 diente de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- pimenta blanca
- sal

Cómo hacer pasta con espinacas y queso
- Llena un recipiente con agua. Cuando empiece a hervir, agrega un poco de sal y la pasta integral (foto 1). Cuécela el tiempo que indique el paquete para dejarla al dente. Ten en cuenta que la pasta integral tarda un poco más en hacerse que la normal.
- Mientras, lava y trocea las espinacas. Si estás usando brotes o espinaca baby, no hace falta. Procura retirar los tallos que veas más gruesos. Pela el diente de ajo y pícalo finamente.
- En una sartén grande, vierte un chorrito de aceite virgen extra. Echa el diente de ajo picado (foto 2) y cocínalo un par de minutos.
- Seguidamente, añade las espinacas (foto 3). Si no te caben todas en la sartén, hazlo en varias veces. Verás que ocupan mucho volumen, pero en cuanto empiecen a soltar su agua, mermarán considerablemente.
- Una vez las espinacas estén blandas, añade el queso crema y 1/2 vaso de agua de cocción de la pasta (foto 4). El almidón que contiene esta agua ayudará a ligar la salsa. Mezcla y, cuando se haya integrado todo, incorpora el parmesano (foto 5). Sigue removiendo hasta obtener una consistencia cremosa. Incorpora también un pelín de pimienta.
- Añade la pasta cocida y bien escurrida, así como las nueces troceadas (foto 6). Mezcla todo. Corrige el punto de sal.
- Finalmente, sirve tu pasta integral con espinacas recién hecha. Espolvorea con un poco más de queso parmesano si gustas.



Consejos para hacer este plato de pasta integral
En las recetas de pasta, es importante que no te pases con el punto de cocción. Tanto la pasta integral como la blanca deben quedar al dente. Esto significa que la pasta debe ofrecer un poquito de resistencia cuando la masticamos. Para que verdaderamente sea una receta de pasta con espinacas saludable, es importante que la pasta esté en su punto.
No he querido abusar del queso crema para que la receta no sea demasiado pesada, pero si quieres añadirle un poco más, perfecto. Te quedará más untuosa. Por cierto, puedes preparar la receta tanto con espinacas frescas como congeladas. El resultado será el mismo.
Un último consejo: ten cuidado a la hora de añadir sal. El queso parmesano tiene bastante sabor y, si no tienes cuidado, es posible que el plato te quede demasiado salado.