Una vez alcanzado un peso saludable, mantenerlo puede convertirse en un desafío. Llevar un estilo de vida saludable que incluya patrones de alimentación sanos y actividad física regular es fundamental. Adopta estos hábitos para mantener un peso saludable y aumentarás las posibilidades de lograrlo.
Mantenerse en el peso ideal: una cuestión de salud
A medida que el ritmo de vida moderno nos arrastra hacia costumbres cada vez menos saludables, esforzarse en adquirir y mantener buenos hábitos en el día a día es clave para cuidar de nuestro organismo. Mantener un peso saludable no es solo una cuestión estética, sino un pilar fundamental para gozar de buena salud y prevenir enfermedades crónicas.
En muchos ocasiones, tras haber realizado una dieta de adelgazamiento que nos ha permitido llegar a un peso adecuado, la vuelta a las viejas costumbres puede hacer que recuperemos parte o, incluso, todos los kilos perdidos. Puede llegar a ser bastante frustrante. En este momento crítico es fundamental adquirir nuevos hábitos para mantener un peso saludable.
Cómo adquirir hábitos para mantener un peso saludable
Aunque pueda parecer duro, conseguir unos buenos hábitos para mantener un peso saludable no es complicado, pero requiere paciencia. El punto de partida siempre debería ser un análisis de nuestras rutinas, con el fin de detectar en qué estamos fallando. Seguidamente, introduciremos estos nuevos hábitos, uno a uno si hiciera falta, hasta que formen parte de nuestra rutina.
Adquirir costumbres que nos ayuden a mantenernos en un peso saludable no se consigue de un día para otro; es una carrera de fondo, pero merece la pena. Para que el camino no se haga tan cuesta arriba, te propongo empezar por estos 7 hábitos para mantener un peso saludable. Son básicos para lograr tu objetivo.
Realiza actividad física acorde a la ingesta calórica
La actividad física es un pilar esencial en cualquier plan de control de peso. La clave está en lograr un equilibrio entre el gasto calórico y la ingesta. Adaptar el tipo y la intensidad del ejercicio según las necesidades de tu cuerpo es crucial para mantener un balance energético adecuado.
Ya sea caminar, nadar, correr o bailar, mantenerse activo y consciente de la cantidad de calorías quemadas es esencial para mantener el peso bajo control. Todo ello sin olvidar los ejercicios de fuerza, que tan beneficiosos son para mantener la masa muscular y los huesos en buen estado.
Evita el consumo de azúcar y alimentos ultraprocesados
Los azúcares añadidos y los alimentos ultraprocesados son dos de los mayores enemigos de una dieta saludable. Estos productos suelen ser altos en calorías y bajos en nutrientes. No son interesantes nutricionalmente hablando, por muy sabrosos que sea. Además, están relacionados con un mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas.
Optar por alimentos frescos y naturales en lugar de productos procesados es una estrategia efectiva para controlar el peso y promover la salud en general. El consejo no puede ser más sencillo: más mercado y menos supermercado.
Incluye frutas y verduras en todas las comidas
Las frutas y verduras contienen fibra, una gran aliada cuando se trata de mantener el peso a raya. Los beneficios de la fibra son muchos. Este nutriente contribuye a mantener la saciedad, lo cual ayuda a evitar ingestas de comida innecesarias. También favorece el tránsito intestinal y regula los niveles de azúcar en sangre. Además, las frutas y verduras están llenas de vitaminas y antioxidantes que benefician la salud en general. Incorporar una variedad de estos vegetales en cada comida no solo añade color y sabor, sino que también ayudará a desplazar esos alimentos menos saludables.
Opta por métodos de cocción saludables
La forma en que se cocinan los alimentos también puede marcar la diferencia en tu objetivo de mantener un peso adecuado. Optar por métodos de cocción saludables, como el horneado, la parrilla y el vapor, en lugar de las frituras y los rebozados, puede reducir significativamente la cantidad de calorías y grasas que se ingieren en cada comida. Cuanto menos se procese un alimento más se disfrutará de su auténtico sabor y textura.

Llena la despensa de alimentos saludables y de fácil consumo
La tentación suele golpear cuando no hay opciones saludables a la mano. Mantener la despensa y refrigerador abastecidos con alimentos nutritivos y fáciles de tomar es fundamental para mantener un peso saludable. Los frutos secos, la granola casera, el yogur natural sin azúcar o las frutas frescas no deberían faltar nunca en casa. Son excelentes opciones para satisfacer el hambre sin recurrir a alimentos procesados y poco saludables.
Sirve raciones de comida moderadas
Las porciones desmedidas son un factor importante en el aumento de peso. A menudo, la cantidad de comida en el plato supera nuestras necesidades reales. Aprender a calcular las porciones adecuadas y servir raciones moderadas es esencial para controlar la ingesta calórica. Tan importante como saber elegir los alimentos es comerlos en las cantidades adecuadas.
Existen algunos trucos para “engañar” a la vista y al estómago con el fin de controlar estas proporciones. Utilizar platos más pequeños, comer despacio y prestar atención a las señales de saciedad son estrategias efectivas para evitar ingerir un exceso de comida.
Bebe suficiente agua
Mantenerse adecuadamente hidratado es básico para el funcionamiento óptimo del cuerpo, pero también puede ayudar a controlar el apetito. Nuestra fuente de hidratación principal siempre será el agua. Los caldos ligeros, las aguas saborizadas, las bebidas vegetales o los batidos de frutas y verduras también contribuyen a esta hidratación. Por el contrario se evitarán las bebidas alcohólicas y azucaradas. De hecho, el alcohol produce el efecto contrario en el organismo: deshidrata.
En conclusión, alcanzar y mantener un peso saludable no es una tarea imposible, sino un compromiso diario con nuestros hábitos. Desde la práctica del ejercicio físico hasta la elección de alimentos frescos y la moderación en las porciones, cada hábito es importante en el día a día.