¿Quieres disfrutar de una bebida refrescante que también sea saludable? Prepara esta receta de batido de melón y yogur griego. Tiene un sabor delicioso y la tendrás lista en un momento. Toma nota de los ingredientes que necesitas para prepararla.
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Por qué preparar este batido de melón y yogur
El melón, junto con la sandía, es uno de los alimentos del verano por excelencia. Ya sea después de comer o entre horas, tomado bien fresquito es de lo más apetecible. Esta fruta, además de regalarnos su delicioso sabor, nos aporta una buena cantidad de agua, tan necesaria cuando el calor aprieta.
Aunque normalmente lo tomamos solo, esta cucurbitácea puede ser la protagonista de muchas recetas. Uno de los postres con melón fáciles y rápidos que podemos preparar en casa es este batido de melón y yogur natural. Es más, no solo es ideal para degustarlo de postre, sino también como merienda o, simplemente, como un refresco que sirva de alternativa a bebidas alcohólicas o procesadas.
Preparar esta receta de melón con yogur griego tiene otra ventaja. Y es que, por desgracia, a pesar de que en verano están de plena temporada, no todos los melones salen igual de ricos. A veces comprar un melón dulce y en su punto justo de maduración es una lotería. Hacer un batido casero te permitirá darle salida rápidamente a ese melón que ha salido un tanto insípido y así evitar el desperdicio de alimentos,
Existen muchas recetas de batidos de melón. La mía incluye yogur griego sin azucarar, que aporta cremosidad y suavidad a la mezcla. Sin embargo, el secreto para que esta bebida quede tan deliciosa reside en otros dos ingredientes. Uno de ellos es la ralladura de limón, no su zumo, que aportará todo el aroma de este cítrico sin añadir acidez. El otro ingrediente es la menta, cuya frescura le queda deliciosa al batido. Dicho todo esto, vamos con la receta.
Ingredientes para hacer el batido
- 700 g de melón (sin piel ni pepitas)
- 1 yogur griego natural sin azúcar
- ralladura de medio limón
- 3 o 4 hojas de menta fresca
- 1 cucharada de endulzante (opcional)

Cómo hacer un batido de yogur y melón
- Lava muy bien las hojitas de menta.
- Coloca todos los ingredientes en el vaso de una batidora o robot de cocina potente. Yo he usado mi Thermomix, pero se puede hacer con cualquier electrodoméstico de este estilo. Si el melón que vas a usar es de esos sosos, incorpora el endulzante que quieras. Si, por el contrario, el melón ha salido dulce, no sería necesario.
- Tritura unos segundos hasta que no veas restos de las hojas de menta y hayas obtenido una mezcla homogénea.
- Sirve tu batido de melón y yogur, o bien, guárdalo en la nevera para que esté más fresquito a la hora de tomarlo. Si quieres enfriarlo al instante, añade unos cubitos de hielo.

Alternativas para preparar esta receta de batido de melón con yogur griego
- Puedes emplear el endulzante que quieras: eritritol, estevia, sacarina, miel, caramelo de dátiles…
- En lugar de menta puedes usar hierbabuena; el aroma es muy parecido.
- Si quieres que la receta sea vegana o apta para intolerantes a la lactosa y/o proteínas de la leche, usa un yogur vegetal. Y, aunque quedaría menos cremoso, podrías sustituirlo por una bebida vegetal tipo leche de almendras.
- ¿Podríamos preparar el batido de melón con nata? Sí, pero su valor calórico aumentaría, ya que este ingrediente aporta más grasa.
¿Qué beneficios tiene el batido de melón y yogur?
El melón, además de ser una deliciosa fruta, es rico en agua, lo que lo convierte en una excelente opción para mantenerse hidratado en días calurosos y en un estupendo diurético. Al tener un porcentaje de agua tan elevado, en torno al 90 %, su densidad calórica es baja, de unas 34 kilocalorías por cada 100 g.
El melón aporta vitaminas y minerales, como la vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y favorece la salud de la piel. 100 g de esta fruta contiene más de la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina C. Además, es una fuente natural de antioxidantes, como el beta-caroteno, el cual se transforma en vitamina A. Estos compuestos ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres.
Por su parte, el yogur natural es una gran fuente de nutrientes que combina las proteínas lácteas con los beneficios de sus probióticos. Este lácteo es rico en calcio, esencial para la salud ósea y dental, y provee proteínas de alta calidad que son fundamentales para la reparación y construcción de tejidos.
Además, su contenido probiótico promueve la salud intestinal al mantener un equilibrio de la flora bacteriana beneficiosa que mejora la digestión y fortalece el sistema inmunológico. El consumo de yogur natural está contemplado en el marco de una dieta saludable siempre que no esté azucarado.